Alimentos desestresantes

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La respuesta inicial al estrés es la reacción de alarma, está desencadenada por reacciones cerebrales que provocan que la hipófisis envíe mensajes químicos a la glándula suprarrenal para que segregue adrenalina y otras hormonas del estrés. El problema viene cuando la reacción del estrés persiste durante un largo período de tiempo, ya que el cuerpo responde al estrés produciendo más hormonas de estrés suprarrenales, la cuales causan muchos de los síntomas relacionados con dicho estado como elevación de la presión arterial, tensión muscular, trastornos digestivos… La producción excesiva de hormonas del estrés suprarrenal también puede ocasionar déficit nutricionales y el agotamiento de la glándula suprarrenal. Al agotarse esta última, puede alterarse la respuesta frente al estrés y provocar cansancio crónico y ansiedad.

Dada la importancia de la glándula suprarrenal para una correcta nutrición y reacción frente al estrés, los alimentos ricos en nutrientes que favorecen la función de la glándula son especialmente beneficiosos para reducir el estrés.

Apio

Los compuestos que contienen reducen la concentración de hormonas del estrés que contraen los vasos sanguíneos. El apio tiene nutrientes calmantes, como la niacinamida. Un tallo de apio antes de irse a dormir puede incluso favorecer el sueño.

Pipas de girasol

Son ricas en potasio y contienen gran cantidad de vitaminas B y zinc que desempeñan un papel clave en la salud de las glándulas suprarrenales. Los estudios demuestran que durante los períodos de estrés, las concentraciones de estos nutrientes caen en picado.

Arroz integral

Es un hidrato de carbono de absorción lenta que puede ayudar a liberar en el organismo sustancias químicas beneficiosas como la serotonina y la noradrenalina y éstas pueden ayudarte a mejorar el estrés, a mejorar tu estado de ánimo y darte un aporte de energía.

Algas

Ejercen un efecto energético en el hígado y pueden ayudar a facilitar la eliminación de toxinas, de forma que se reduce la cantidad de estrés en el organismo. Además aportan los nutrientes esenciales que el estrés roba del cuerpo.

Col

Es un buen alimento antiestrés que contiene antioxidantes como la vitamina A, C y E, betacarotenos y el mineral selenio. Los antioxidantes combaten el efecto nocivo de los radicales libres en el organismo que se liberan como respuesta al estrés y también puede ayudar a la conversión del triptófano en serotonina, con lo cual contribuyen a mejorar el estado de ánimo.

Almendras

Son ricas en magnesio, que es importante para favorecer la función suprarrenal, así como el metabolismo de los ácidos grasos esenciales. Las bajas concentraciones de magnesio pueden asociarse a tensión nerviosa, ansiedad e irritabilidad e insomnio.

Moras, fresas y frambuesas

Son ricas en manganeso y vitamina C. Si la cantidad de vitamina C en el organismo es insuficiente, puede debilitarse el sistema inmunológico y hacer que uno se sienta estresado y sin fuerzas.

Semillas de sésamo

En épocas de estrés aumenta la demanda de zinc en el organismo, que es importante para el metabolismo de los ácidos grasos esenciales y para la producción de serotonina. Estas semillas son una buena fuente de zinc.

Espárrago

Mucho de los elementos que nutren el hígado, los riñones, la piel, los ligamentos y los huesos se encuentran el espárrago verde. También contribuye a la formación de glóbulos rojos, y es rico en glutatión, una enzima antioxidante que ayuda a que la función hepática funcione correctamente. Todo lo que ejerza un efecto positivo en el hígado ejerce un efecto positivo en el estado de ánimo y en la capacidad para enfrentarse al estrés.

Ajo

Contiene una sustancia química desintoxicante denominada alicina, responsable de su peculiar sabor y olor. La alicina tiene propiedades antivíricas y antifúngicas, así como efectos hipocolesterolémicos, además de mejorar el estado de ánimo. El ajo también puede actuar en gran medida en el descenso de la presión arterial asociado al estrés.

Aguacate

Destacable su contenido en hierro y en cobre, que contribuye a la regeneración de los glóbulos rojos y a la prevención de la anemia nutricional, una causa muy habitual de fatiga y de incapacidad para enfrentarse de forma eficaz al estrés.