DXAmsterdam: Una vida con diabetes

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Este fin de semana estuve en el DXAmsterdam en un encuentro organizado por Abbot para compartir la experiencia de vivir con diabetes entre personas de diferentes países. Y en eso consiste la grandeza del verbo compartir.

Compartir es hacer un regalo del que no es necesario desprenderse. Compartir la experiencia de vivir con diabetes, lo bueno y lo malo de vivir con esta enfermedad. Porque cuando compartes tu vida con diabetes, literalmente, ayudas a otras personas, gente que te descubre, gente que se descubre, el caso es que compartes algo y ves que hay gente a la que le has recordado que hay motivos por los que siempre vale la pena levantarse bien pronto, bien pronto, bien pronto…

Una vida con diabetes, eso es lo que nos une a todos nosotros. Eso es lo que nos une para seguir luchando y mejorando nuestra calidad de vida. No voy a negar que la diferencia entre países es brutal, por poner un ejemplo tanto en Francia como en Italia te dan la opción de elegir un tratamiento con bomba de insulina, cosa que en España tienes que rellenar una y mil instancias hasta incluso suplicarle a tu endocrino el poder llevar a una.

No todos tenemos la posibilidad de llevar sistemas de monitorización continua de glucosa, como el FreeStyle Libre, muchos de nosotros todavía nos pasamos la vida pinchándonos en los dedos, unos dedos destrozados a pinchazos… En fin que al final encuentros como estos hacen que te merezcas a personas increíbles, te hacen luchar por exigir un cambio, no seguir al otro lado de las cosas, como hasta siempre. Mi experiencia de este encuentro ha sido positiva, la verdad. No puedo facilitaros información sobre los avances en la cura o sobre las nuevas tecnologías aplicadas a la diabetes que saldrán en breve. Porque de lo que se trató este encuentro fue de compartir. Compartir sentimientos, compartir alegrías y tristezas. Compartir la diabetes…

Y desde aquí me gustaría hacer un llamamiento, a todos vosotros que estáis al otro lado de esta pantalla y estáis leyendo estas líneas. La unión es la fuerza, para mejorar nuestra calidad de vida viviendo con diabetes. Es algo que tengo claro no, clarísimo. Solo conseguiremos mejoras en nuestro tratamiento si todos juntos vamos hacia un mismo fin. Algo difícil de conseguir pero que vale la pena luchar. Para terminar y hablando del tema quiero agradecer a Abbot la posibilidad de haberme dejado participar en este encuentro y de haberme permitido vivir experiencia.

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